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El Club del Escritor


Unas graciosas notas en mi celular me despiertan a las cuatro de la madrugada. Es un amigo - no un amigo genérico, UN AMIGO - preguntandome por qué la vida resulta a veces miserable. Dice que está hasta el culo (una expresión que significa que ha bebido hasta la mierda, si me entiendes). Ya que cuando tomas sin parar es casi seguro que alcances a ver la zona escatológica del mundo donde toda la miseria humana recala sin ninguna suerte de condición moral.
Esta mañana, cuando he querido releer el mensaje ha irrumpido otro, el de una amiga que ME HA DICHO EN LETRAS CAPITALES QUE NO QUIERE VERME NUNCA MAS, QUE NO LE GUSTA MI FORMA DE SER, QUE NO LA LLAME, QUE NO QUIERE NADA DE MI...
Aún así el lenguaje es limitado. Sólo el receptor puede imaginar, apenas, la situación emocional del remitente.
Ahora mismo, ¿cómo puedes siquiera entender mi propio estado emocional? No puedes por cierto, aún si te adelanto que anoche me acosté con un poco de sozobra por mi madre que a cientos de kilómetros lloraba en su soledad.
El Método de Personaje se basa, entre otras, en la idea de que las relaciones humanas son siempre condicionadas. Esto terminé descubriendolo con uno de esos amigos que terminas creyendo tu hermano y que uno de esos dias te tiran en la cara el lazo económico que generalmente nos une a otra persona. Por esa época estaba preparando un libro en el cual hice una referencia literaria a esto. Aún, varios meses después, escribí una narración donde lo incluí como un personaje metafórico dispuesto a abandonar a su compañero de ventura en aprietos. 
Sin embargo, cuando la condición económica no es el disparador primigenio de la relación emocional, puede en verdad levantarse el edificio de todas las dudas sobre dos amigos.
Otra condición es, claro, la sexual (que no es a lo que me refería antes). Esa condición establece también mecanismos importantes, acaso más poderosos que el económico y que luego pueden traerse al piso cualquier ilusión de amor como hojas secas debajo de un árbol de otoño.
Esta mañana he querido revisar el mensaje de este amigo porque  hablaba algunas cosas interesantes de la condición humana. Quería decirle que quien no haya tenido -aunque sea como un fogonazo- la idea de que el mundo es miserable y merece abandonarse, está realmente chiflado y es un verdadero estorbo para el mundo.  Ese es un cuestionamiento existencial al que se le encuentran mayoritariamente pobres respuestas. Aún así, es de las inquisiciones necesarias para no quedarse a medio camino de hecho aunque sigas "viviendo". Sí me entiendes Chizo.
Al primero respondí con una larga nota sacada del entresueño: Una amistad sin mediaciones merece toda la atención de una persona despierta.  A la segunda con un neutro "Ok" porque cuando la condición es sexual no tiene caso procurar ninguna suerte de rescate.
Así que bienvenido (otra vez; bienvenido siempre) al Club del Escritor, un dominio sin patria donde cabemos las parias literarias de un mundo mayoritariamente extraño, las huestes que nunca recibieron trono, ni aún el reconocimiento de sus congéneres impuestos o prestados, ni siquiera reverenciados por las cucarachas de las esquinas de la soledad.

Comentarios

  1. Me acuerdo de una traducción del I . Ching donde en uno de los comentarios a los múltiples exagramas, que cuando hay varios ideales en común hay lazos que conforman la amistad, cuando los ideales van cambiando o si cambian mucho la amistad puede desaparecer.Mencionas el lazo emocional,supongo que eso debe de tener la amistad, compartir esas afinidades o intereses o pasatiempos y por qué no lo que los ancestrales chinos llaman ideal... Y ante un encuentro sexual...se reitera la experiencia, de intensos, apasionados y placenteros instintos, pero una vez que acontece, no siempre convergen espectativas de un seguimiento emocional y ni siquiera amistoso...si claro lo intenso no le quita lo limitado del lenguaje, tarde o temprano se va dando a entender que quiere cada uno, pero algunos castillos de naipes de expectación caen muy pronto y provocan enojo y distancia...creo que porque queremos controlarlo todo, y no siempre se puede...creo que casi nunca.
    Isla del Poniente, medio ojo derecho,a la derecha se me inflamó y aunque si podía ver, el solo ver dolía, por eso no navegaba ni testimoniaba por este mar, aun duele, pero ya pasará.

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